20090127

EL TERCER MUNDO


PORQUE ALGUNOS PAÍSES PERTENECEN AL TERCER MUNDO?

A QUÉ LLAMAMOS TERCER MUNDO
La mayoría de los pueblos descolonizados se han visto enfrentados a graves problemas de hambre, analfabetismo, carencia de industria; pero estos problemas agobian también a naciones cuya independencia política no es reciente.
Para el conjunto de países que no han realizado la Revolución Industrial se han buscado denominaciones diversas; primero se habló vagamente de “pueblos subalimentados” —la palabra hambre se rehuyó durante mucho tiempo en la literatura política y sociológica hasta que rompieron el tabú las publicaciones de Josué de Castro—, más tarde de naciones subdesarrolladas” y “en vías de desarrollo”. El demógrafo Sauvy acuñó la denominación Tercer Mundo porque veía en estos pueblos la prolongación del Tercer Estado de la Revolución Francesa, similitud bastante forzada, ya que en el Tercer Estado se integraban también burgueses adinerados. Esta expresión terminó por aceptarse.
El drama del subdesarrollo afecta a los dos tercios de la población mundial; en pertenecer a uno u otro sector radican las más profundas diferencias entre las naciones. En 1958 Nehru expresó: “la verdadera división del mundo contemporáneo no se encuentra entre países comunistas y países no comunistas, sino entre países industrializados y países subequipados”. Algunos especialistas han ido desvelando la situación angustiosa en que vive la mayor parte de la población en una época legítimamente orgullosa de sus conquistas científicas y tecnológicas.
Debemos apuntar que bajo una misma denominación se ha incluido a naciones de niveles de riqueza muy dispares. Países paupérrimos, como Bangla Desh o Mauritania, no deberían ir en el mismo grupo que otros, productores de petróleo que presentan algunos de los rasgos definitorios del Tercer Mundo pero unas posibilidades de desarrollo utópicas para los carentes de esta fuente de ingresos.
Los países del Tercer Mundo se basan en el monocultivo, pero un producto agrícola puede bajar de precio, iniciando una espiral ruinosa. Los productores de petróleo presentan igualmente un solo producto pero su artículo les garantiza grandes posibilidades, aunque se trate de un bien no renovable, explotable durante un ciclo que esos países no parecen estar aprovechando para industrializarse. Son países en desarrollo, ricos, aunque su opulencia no será eterna. Para ellos se ha intentado la denominación de Cuarto Mundo, pero es un rótulo equívoco, porque podría pensarse que comprende a los que se encuentran en peor situación, y de hecho se ha empleado a veces para señalar niveles extremos de pobreza nacional o para referirse a los emigrados de países pobres que viven en la marginación de ciudades del Primer Mundo.
INDICADORES DEL SUBDESARROLLO
Dejando a un lado la ambigüedad del término, veamos cuáles son los indicadores que caracterizan a los países subdesarrollados, o en vías de desarrollo, como se ha preferido decir empleando una expresión más esperanzadora.
a) Baja renta por habitante. De la ínfima producción de estos países correspondería a cada habitante, en un teórico reparto igualitario, una cantidad mínima de bienes. Se dice que en el diálogo Norte-Sur las diferencias entre ricos y pobres se hacen cada vez mayores. ¿Es sólo un dicho o responde a un fenómeno real? En 1980 en el primer puesto de la tabla de los países figuraba Emiratos Árabes Unidos con 30.000 dólares de renta per cápita, y Bhután en el último con 80 dólares. En 1997 Luxemburgo figuraba como país más rico con 37.000 dólares y Mauritania como uno de los más pobres. Estas cifras nos permiten llegar a tres conclusiones: las diferencias entre países ricos y pobres son abismales; esas diferencias no dejan de aumentar; algunos países pobres, como Mauritania entre otros, han visto empeorar gravemente su situación en los últimos años.
b) Sub alimentación. Ingestión alimentaria inferior a las 2.000 calorías diarias y ausencia de proteínas y otros nutrientes en la dieta, lo que provoca problemas para el crecimiento de los niños. Intermitentemente, al compás de los vaivenes meteorológicos, hambrunas que diezman la población.
c) Alto crecimiento demográfico, provocado por la elevada natalidad, superior al 2% anual.
d) Escasa densidad de las infraestructuras. Inexistencia de una red de transportes moderna, de organización estadística, etc.
e) Predominio del sector agrícola, sin mecanización ni modernización de los sistemas de cultivos. Consecuencias: dependencia de las condiciones naturales; elevado empleo de mano de obra, que alcanza hasta el 50% de la población activa; trabajo precoz de los niños en labores agrarias, con perjuicio de su educación.
f) Industrialización mínima. Habitualmente de tipo extractivo (minas) o que exige empleo abundante de mano de obra. Dependencia del exterior, en cuanto a la tecnología y la comercialización de los productos.
g) Altas tasas de analfabetismo. Lacra prácticamente extinguida en los países occidentales, en algunos países del Tercer Mundo aún persisten índices que impiden cualquier programa de desarrollo. En Asia el 73% de Nepal y el 62% de Bangla Desh y Pakistán; en África el 86% de Níger, 69% de Sierra Leona, representan algunos de los casos más graves. En Mauritania el 62% de analfabetos ha podido ser uno de los factores en el empobrecimiento que hemos apuntado.
h) Carencia de cuadros dirigentes en la Administración y de técnicos en la producción.
FACTORES DEL SUBDESARROLLO
CAUSAS DEL ATRASO
Hemos visto que algunos países iniciaron su industrialización en fecha tardía, Japón y Rusia constituyen dos ejemplos a este respecto; sin embargo, los países atrasados se encuentran en la actualidad con obstáculos casi insalvables no sólo para cubrir el foso que les separa de los más adelantados, sino incluso para iniciar un proceso auténtico de industrialización. Analizaremos luego las razones de esta dificultad. Pero nos interesa en este momento discernir las del retraso. La más evidente sería la historia colonial; es una explicación fácil, las metrópolis mantuvieron a sus colonias en una situación de atraso para poder aprovechar sus riquezas, en concreto para extraer sus materias primas.
Sin negar que esta situación se dio, es un factor insuficiente y, en todo caso, dejaría sin explicar el atraso de las naciones que son independientes desde el siglo XIX o antes. Bairoch ha aportado otras explicaciones. Según este autor las naciones que llegaron al año 1900 sin haber iniciado su industrialización se encontraron con una complejidad técnica que imposibilitó su pronta asimilación; de ser determinante este factor habría que concluir que Japón con el Meiji (1868) y Rusia con la emancipación de los siervos (1861> “acordaron a tiempo” su programa industrial, treinta años más de dilación les hubiera rezagado inevitablemente.
La distancia sería otro factor; la Revolución Industrial se transmitió a países cercanos a Inglaterra, los del continente europeo, y a Estados Unidos, a través de un océano que se atravesaba con facilidad; a mayor distancia la recepción masiva y continua de avances técnicos resultaba una utopía, pero Japón o es una excepción o una refutación de este argumento. También señala Bairoch diferencias de clima; los avances técnicos de la Revolución Industrial son aplicables a la zona templada, pero no a la tropical y ecuatorial. Finalmente, es más difícil industrializar naciones de densidad de población muy alta en relación con la densidad de las naciones europeas a principios del siglo XX. Las teorías de Bairoch han sido discutidas en sus pormenores, pero en conjunto no hay duda de que el retraso en el inicio de la industrialización complicó la posibilidad de las primeras fases de despegue y contribuyó a aumentar de forma notoria las diferencias de nivel entre los países industrializados y los no industrializados.

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